Leyendas y Mitos: El robo de riñones
La leyenda urbana más espantosa que circula por la Red desde hace poco es una que dice:
Quiero advertirles de la existencia de una nueva banda criminal que ataca a las personas que realizan viaje de trabajo.
La banda está bien organizada, bien financiada, tiene personal muy cualificado y actualmente trabaja en la mayoría de las ciudades importantes; últimamente es muy activa en Nueva Orleans (o Las Vegas o Houston). El delito comienza cuando una persona en viaje de trabajo acude a un bar para tomar algo al final de la jornada. Entonces se le acerca alguien y se ofrece a invitarle a una bebida. Lo último que recuerda el viajero cuando se despierta en la bañera de una habitación de hotel, con el cuerpo sumergido hasta el cuello en hielo, es que estaba sorbiendo esa bebida. Hay una nota pegada en la pared que dice que no se mueva y llame al 911. Junto a la bañera hay un teléfono en una mesita. El viajero llama al 911, muy familiarizado con este crimen. El operador del 911 le dice al viajero que compruebe, muy despacio y con mucho cuidado, si tiene un tubo que sale de la parte de abajo de la espalda. El viajero encuentra el tubo y responde que sí. El operador del 911 le dice que no se mueva, que ya ha enviado a un equipo médico en su ayuda. El operador sabe que al viajero le han quitado los dos riñones.
Recibí una copia de esta carta hace unos meses, y decidí hacer una pequeña investigación por mi cuenta. Contacté con las oficinas de Atención al Público/Medios de Comunicación de los Departamentos de Policía de Nueva Orleans, Las Vegas y Houston. Los tres departamentos policiales me dijeron que la historia era falsa, y el de Nueva Orleans negó su veracidad con tal rapidez que ni siquiera terminé de hacer la pregunta:
Policía- Información al público.
Yo- Sí, me llamo Patrick Crispen, y escribo en un boletín de
Internet. Llamaba para confirmar...
Policía- La historia del riñón es falsa. Falsa.
Dicho sea de paso, la parte que prefiero de la historia del robo de riñones es donde dice:Casualmente, mi cuñada trabaja con una señora, el hijo de cuya vecina vive en Houston.